LA ENERGÍA TERMOSOLAR

 

La energía Termosolar es limpia y económica, una energía sin competencia que se aplica en los hogares de los países más desarrollados desde hace más de 50 años.

 

Millones de ciudadanos utilizan a diario esta energía porque es MÁS ECONÓMICO, LIMPIO Y FÁCIL DE INSTALAR que cualquier sistema alternativo.

Ni el gas, ni la electricidad, ni la energía fotovoltaica permiten disponer de Agua Caliente Sanitaria con los bajos costes y la eficiencia que lo hace una intalación doméstica de energía termosolar.

 

PRECIO

SEGURIDAD

APROVECHAMIENTO

INCOMODIDAD

ENERGÍA TERMOSOLAR

El sol es una energía COMPLETAMENTE GRATUITA. Y la rápida amortización del equipo permite ahorrar rápidamente un 40%.

La energía solar es limpia y no tiene ningún peligro.

La media energética llega a los 1,400 megawatts y toda la energía que se recoge es completamente aprovechable.

El sistema no necesita de revisiones ni mantenimiento. Además, no se sufren interrupciones bruscas del servicio. Por otra parte, el marco legal es muy estable.

ENERGÍA FOTOVOLTAICA

El sol es una energía gratuita, pero debemos tener en cuenta el coste del equipo.

La energía solar es limpia y no tiene ningún peligro.

Proporciona una media energética de solo 600 megawatts.

La energía fotovoltaica está sujeta a continuos cambios normativos por parte de las autoridades.

GAS

La tendencia de los últimos años implica que el precio del gas no para de subir, tanto el gas natural como el gasóleo y el butano.

El gas es peligroso. Un mal uso o mantenimiento puede convertir nuestro hogar en una bomba.

En las bombonas de butano, aunque pagues el 100% de su precio, solo se aprovecha el 80% de su capacidad, puesto que necesita de la presión para funcionar.

Quedarnos sin gas, en plena ducha, romperse la caldera, depender de servicios técnicos... incómodos cortes de suministros que en ocasiones suceden.

ELECTRICIDAD

El precio de la electricidad para consumo doméstico se ha incrementado desde 2004 en un 59%. Y esta tendencia sigue al alza.

La electricidad procede en gran parte de las centrales nucleares, una fuente de energía peligrosa.