A finales de 1990, se verifico que muchos antioxidantes, se encuentran en las plantas y animales (por ejemplo la vitamina E), y que estos eran capaces de frenar la oxidación y envejecimiento, porque el hidrogeno contenido en ellos, neutraliza los radicales libres, que es lo que nos oxida.
El hidrógeno, es capaz de atrapar los radicales libres que nos oxidan, protegiendo nuestros genes. A diferencia de otros antioxidantes, el hidrógeno con su reducido tamaño molecular, es capaz de introducirse en las células y proteger nuestro ADN. Y Si nos protege a nivel genético, entonces también protege nuestros telómeros, que como hemos visto están asociados a nuestra longevidad. Por si fuera poco, el hidrógeno también impide la oxidación de las proteínas y lípidos.
¿DONDE SE ENCUENTRA EL AGUA HIDROGENADA EN LA NATURALEZA?
Aparte de las creencias religiosas a los manantiales de aguas con poderes curativos, la única coincidencia que ha podido documentar la ciencia, es la elevada concentración de hidrógeno disuelto,
lo que convierte a todas estas aguas en atioxidantes.
De todas formas formas, habria que pasar largas temporadas en el manantial para notar los efectos antioxidantes, ya que al igual que las vitaminas, el hidrógeno también se evapora
rapidamente.
IMPORTANTE:
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Si se le ha diagnosticado alguna de las dolencias mencionadas, debería consultar a su médico, incluso puede solicitarle información adicional, sobre los beneficios que el agua hidrogenada, o enriquecida con hidrogeno, puede tener en su organismo.